Sistemas TPV y regulación fiscal
poshunter.comÚltima actualización 15th noviembre 2019 Tiempo de lectura 2:49 Min.El fraude fiscal causa mucho daño ya no solo a la Agencia Tributaria española, sino al resto de ciudadanos que cumplen escrupulosamente con sus obligaciones con el fisco. Los sistemas TPV están en el punto de mira, ya que dado el volumen de fraude que suele darse, quieren acabar con las ventas en negro. Por este tipo de prácticas se deja de ingresar gran parte del IVA, no se imputa correctamente el IRPF o el impuesto de sociedades. Los perjudicados, todos.
¿Cuáles son las regulaciones para España en el uso de los sistemas TPV?
Podemos encontrar un marco regulado por el PSD2 y GDPR. Gracias al PSD2, los bancos darán acceso a datos a entidades de pago. Ha entrado en vigor en septiembre de este año, y con el GDPR la portabilidad de los datos es de cualquier empresa al usuario, o la empresa que éste designe. Con PSD2 los bancos tendrán que dar acceso a la información de las cuentas de pago a los proveedores de servicios de pago registrados ante el Banco de España, incluidos los bancos, siempre y cuando estos clientes autoricen dicho acceso. Mientras que, gracias al GDPR, son los clientes quienes pueden elegir libremente compartir con cualquier empresa los datos personales que posean otras instituciones con las que están vinculados.
Nos interesa el GDPR, ya que afecta a todos los sectores y a los datos sobre transacciones en todas las industrias. En el sector del comercio, afecta a datos sobre compras detalladas.
La Agencia Tributaria tiene como objetivo poder acabar (o al menos minimizar) con las prácticas fuera de la legalidad que se dan en la red y que tienen como objetivo eludir al fisco. Para ello, se ha conseguido poner en marcha un plan que tendrá como misión recaudar 1.500 millones de euros de los muchos más que se evaden actualmente.
Todo viene a colación de una operación antifraude realizada en nuestro país en el año 2014 y que se desarrolló en 9 comunidades autónomas. En esta operación, que llevaba por nombre “Scarpe”, el software, denominado de “doble uso”, modificaba las cifras reales de facturación redondeándolas a la baja, haciendo constar un número de ventas mucho menor y de un importe muy inferior. Las ventas que se ocultaban podían llegar a suponer un 30 por ciento de la facturación real. Como resultado, algunos establecimientos declaraban pérdidas o márgenes de beneficio muy escasos.
Es una realidad, existen empresas que llevan una contabilidad que no se ajusta a la verdad, de tal modo que no se informa adecuadamente al fisco de la facturación real. Sin embargo, están obligadas a registrar todos y cada uno de los movimientos que realizan a través de los sistemas TPV, ya sean físicos o virtuales, los movimientos de caja y aquellos que se realizan por otro tipo de medios que están tomando auge, como PayPal.
En España existe la obligación de informar al fisco de las cuentas que ingresen cantidades superiores a los 2.500 euros mediante cobro con tarjetas, norma que afecta de manera directa a los TPV. La evasión hacia cuentas personales y la no declaración de todo lo que se factura son dos de las sombras oscuras que se pretenden evitar con estas medidas fiscales.
¿Tengo que comprar un nuevo sistema debido a las nuevas regulaciones?
Normalmente no, siempre y cuando tu proveedor TPV sepa adaptarse a esta nueva legislación. De hecho, el usar TPV es una tendencia en alza. La regulación se dirige hacia la digitalización completa, por lo que tener un sistema TPV tiene sentido en un mercado que lo demanda
Si no usas un TPV, nunca ha habido un mejor momento para comenzar a hacerlo. No solo hay muchas opciones, sino que todas las compañías desarrolladoras deben cumplir para ser competitivas, y tú puedes ser mucho más claro sobre cómo cumplir tanto con el PSD2 y GDPR.
Resumiendo, existe ya un mayor control hacia el pequeño comercio y empresas sobre la facturación que se realiza por medio de los TPV. Con ello se pretende reducir al mínimo el fraude, que las cuentas se ajusten a la realidad y no exista margen para la evasión de impuestos. La Agencia Tributaria no es ajena a las crecientes tecnologías de pago, por lo que se ha posicionado para combatir los cobros en B. A fin de cuentas, los perjudicados no solo son ellos, lo somos todos.
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